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Source: Secretaria Ejecutiva CIAO
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Con la expectativa puesta en el avance de una ley que establezca beneficios para la producción orgánica en todo el país, la Comisión de Economías y Desarrollo Regional de la Cámara de Diputados realizó este miércoles su primera reunión del año, que tuvo carácter informativo con la participación de funcionarios, productores y representantes de empresas certificadoras. IICA-CIAO estuvo representado por su Secretaria Ejecutiva, Graciela Lacaze.

En el comienzo, el presidente de la comisión, el formoseño Ramiro Fernández Patri (FdT), destacó: “La actividad que vamos a hacer hoy es sumamente importante porque estamos avanzando en un proyecto de ley que va a permitir que evitemos lo que algunas veces pasa, que es que las leyes caen en letra muerta cuando no hay articulación”. “Estamos buscando que este proyecto de ley vaya en sintonía con lo que el sector necesita”, añadió.

Se refirió así a la iniciativa de su autoría, que presentó en diciembre pasado junto a un grupo de sus pares oficialistas, que tiene como objetivo la creación de un régimen de promoción a la producción y elaboración de productos orgánicos por un plazo de 10 años, con beneficios impositivos y un certificado de crédito fiscal, entre otros puntos.

La propuesta apunta a diversificar la matriz y generar condiciones más favorables para la exportación y competitividad en los mercados internacionales.

Desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el primer orador de la jornada fue Pablo Morón, director de Agregado de Valor y Gestión de Calidad, quien señaló que “la producción orgánica está diseminada y es una producción sumamente federal, que se corresponde con una definición que muchas veces tomamos de lo que son las economías regionales, en cuanto tiene importancia socio-económica, tiene anclaje territorial, la estructura productiva del sector orgánico son pequeños productores o MiniPyMEs, y agrega valor en el lugar”. 

“Argentina es un formidable productor de agroalimentos, pero también tiene una posibilidad enorme de agregar valor y diferenciar su producción”, apuntó el funcionario y detalló que “la producción orgánica viene creciendo año tras año. Estamos en más de 2.000 productores, más de 4 millones de hectáreas certificadas, 110 mil hectáreas cosechadas, y revertimos las exportaciones: pasó a ser Estados Unidos el primer exportador, nuestro principal destino con el 43%, y 40% la Unión Europea”. 

“En promedio nuestra producción orgánica emplea 3 a 1 en lo que es mano de obra y tiene un potencial de desarrollo enorme”, sumó. 

Por su parte, Rocío Leiva, directora provincial de Certificación, Comercialización y Agricultura Sostenible del gobierno de Catamarca, contó que el área que se creó “es para poder allanar el camino a los productores que desean convertir su producción orgánica a prácticas sustentables, que sean diferenciadas por los atributos de calidad que otorga la provincia”. “También tenemos como líneas de acción hacer catálogos para poder visibilizar la producción y rondas de negocios”, dijo y ponderó que “las seis provincias del NOA estamos trabajando en una mesa bajo un plan estratégico, en pos del fortalecimiento del sector y los impactos de crecimiento se ven reflejados en los datos de Senasa”. 

También desde esa provincia, Oscar Andreatta, productor de vid y elaborador de vino orgánico, relató su experiencia con la producción orgánica: “Descubrimos algo sorprendente, no cambiamos demasiado, hace 100 años que venimos produciendo de esta manera y no sabíamos que podíamos ser orgánicos. Descubrimos que esto va mucho más rápido de lo que uno piensa. En el campo todo lo que usamos era apto, y para la producción en bodega la mayoría era apto. Hoy no es nada complejo elaborar vinos orgánicos”. 

A su turno, Pablo de Acevedo, subsecretario de Fruticultura de Río Negro, comentó que “Río Negro y Neuquén son las provincias con mayor cantidad establecimientos de producción orgánica, principalmente frutícola, pera y manzana” pero “en estos últimos cinco años han tenido una disminución, 13% Neuquén y 20% Río Negro”. 

“Esos datos duros llaman la atención, porque un productor para certificar orgánico necesita mucho tiempo, trabajo, muchos costos; estamos hablando de tres años para obtener la certificación y que ese productor deje esa producción orgánica llama muchísimo la atención”, advirtió. 

Por eso, consideró que “ es importante este tipo de ley con estos tipos de beneficios impositivos, que lo que va a hacer es que por lo menos los productores no salgan de la producción orgánica, y ojalá sirva para que muchos más se sumen”. 

En el mismo sentido, Sebastián Garrido, director de Productores Argentinos Integrados, expresó: “La realidad es que la fruticultura del Alto Valle ha sido pionera en el mundo orgánico argentino y en la historia hemos vivido distintos momentos de expansión, crecimiento, pero en este momento estamos viviendo un proceso de crisis. Algunos productores por temas económicos están dejando de serlo”. 

“Una ley como esta nos beneficia en el sentido de que podemos planificar a futuro, entendiendo que parte de estos beneficios son realmente necesarios, porque la mano de obra es intensiva. Necesitamos mucha más mano de obra que la producción convencional”, explicó. 

Durante la reunión también expuso Pablo Chipulina, coordinador del área Apícola del Ministerio de Producción, Industria y Empleo de Chaco, quien resaltó que “nuestra provincia es nueva en lo que es producción orgánica y se focaliza en dos cadenas, principalmente lo que es algodón y apicultura”. Sobre ésta última recordó que “la producción orgánica fue un proceso que inició en el año 2000, pero solamente quedaron tres productores de ese proceso, porque el mercado mundial no estaba preparado para pagar un diferencial de precio. Si bien la política pública estuvo presente, el consumidor no estaba dispuesto a pagar. En 2016 se retomó ese proceso nuevamente para certificar la producción apícola y hoy llegamos a más de 65 operadores primarios”. Y enfatizó en la importancia de este sector que “genera arraigo e ingresos para el país” y lo hace “cuidando al medioambiente, que es lo más importante”. 

Darío Ortiz, presidente del Movimiento Argentino para la Producción Orgánica, que estuvo detrás de la redacción del proyecto de ley, rescató del encuentro que “todas las provincias están sensibilizadas con los faltantes y eso es lo positivo. Y es por eso que venimos acá a empujar que salga esta ley”. “Aparte de la Comisión de Presupuesto y la Comisión de Agricultura hay un tema de medioambiente, porque uno al consumir un producto orgánico está cuidando el medioambiente”, señaló y agregó: “Estamos muy expectantes de que esto pueda seguir adelante”. 

Luego fue el turno de los diputados y entre ellos tomó la palabra el jefe del Frente de Todos, Germán Martínez, quien sugirió que lo más favorable es que “esta ley esté sancionada antes que el Presupuesto, porque nosotros podemos poner el monto que queramos, pero el que define es el Presupuesto. La clave es que podamos estar incluyendo esto en el próximo Presupuesto de la Nación”. Por eso, auguró poder “avanzar rápido”, ya que se tiene que aprobar en las dos cámaras.

“Estamos dando un debate en un contexto difícil para ponernos de acuerdo alrededor de la ley de fomento a la agroindustria, ojalá la podamos sacar también”, sostuvo y afirmó que “no va a haber una ley que va a solucionar todos los problemas al mismo tiempo, por eso si tenemos varias iniciativas que puedan ir fomentando incentivos para el sector, al menos para nosotros, va a ser muy gratificante”. 

En el encuentro expusieron también Mariela Teixé, directora General de Fruticultura y Horticultura de la provincia de Neuquén; Griselda Capli, del área de Producción Orgánica del Ministerio del Agro y la Producción de Misiones; María Rosa Barbarán, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Santiago del Estero; y Gabriel Beradinelli, presidente de la Cámara Argentina de Certificadoras de Alimentos, Productos Orgánicos y Afines (CACER).