En la mayoría de los países de la región, las contribuciones de la Agricultura Orgánica al desarrollo de los sectores agropecuarios se asocian a la producción sostenible de alimentos, a la generación de ingresos y, en gran parte, a la soberanía y  seguridad alimentaria y al mejoramiento de la calidad de vida de los productores que se dedican a esta actividad, los cuales en gran proporción están ligados a la Agricultura Familiar. 

También se le reconocen contribuciones innegables a la conservación de los recursos naturales, a la biodiversidad y a la mitigación del cambio climático, entre otras, las cuales son parte inherente de esta forma de producción y que se ve reflejado en varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuesto por Naciones Unidas.

 Formar parte de la CIAO fue entonces para muchos países de ALC (América Latina y Caribe) una propuesta estratégica que potenció sus capacidades en orden al desarrollo de la Producción Orgánica en sus territorios, tanto en producción como en consumo. De esta manera se permitió consolidar y visibilizar a todo un continente ante el resto de las Naciones, donde la demanda de este tipo de alimentos crece más que su propia oferta y que precisa contar con proveedores confiables y de largo plazo. 

Todo ello posicionó hoy a la CIAO como un claro referente en la región y a nivel internacional, no solo por su trabajo, sino también por sus principios y valores.

 En el informe  se exponen los principales impactos positivos que para dichos países representó pertenecer a esta promisoria Comisión:

-              Facilitar el comercio de productos orgánicos y desarrollo de su mercado

-              Establecimiento y fortalecimiento de los Sistemas Nacionales de Control (SNC) de la Producción Orgánica

-              Gestión de la información y el conocimiento

-              Fomento de la Producción Orgánica

-              Perspectivas y desafíos

Acceda al informe completo aqui