
Por Ariadna Coma
Un biodistrito es un área geográfica en la que campesinos, ciudadanos, consumidores, operadores turísticos, asociaciones, centros de investigación y autoridades públicas colaboran para lograr una gestión sostenible de los recursos locales. Todos ellos establecen un acuerdo basado en principios y prácticas agroecológicas con el fin de impulsar el potencial económico y sociocultural del territorio.
También conocidos como eco-regiones o bio-pueblos, cada biodistrito está marcado por un estilo de vida, una nutrición propia, unas relaciones humanas y una naturaleza autóctona característica. Así, el conjunto de todas estas piezas aumenta el valor añadido de la producción agrícola local y tradicional.
Contribución social, económica y medioambiental
«Los biodistritos representan un enfoque innovador para un desarrollo territorial sostenible, integrado y participativo que se construye alrededor de las dimensiones ambientales, sociales y económicas», informa la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Con un enfoque holístico, se convierten en un ejemplo práctico de sistemas alimentarios sostenibles. Abarcan y promueven prácticas agrícolas innovadoras como la agricultura regenerativa, así como un diseño participativo del paisaje que busca el desarrollo rural sostenible integrado al territorio. Ponen la soberanía alimentaria y la identidad cultural de las comunidades locales en el centro, promocionando las tradiciones locales y una gastronomía y un turismo sostenibles. Abogan también por la simplificación de los sistemas de certificación ecológica, la mejora del acceso de las generaciones más jóvenes a la tierra y la creación de mercados locales sólidos para reforzar las cadenas de valor cerradas y locales.
Enfoques para la creación y la gestión
El primer biodistrito se creó en 2009 en Cliento (Italia), fundado por la Asociación Italiana para la Agricultura Ecológica (AIAB). Desde entonces, el número de estas eco-regiones no ha parado de crecer en Italia, y se ha expandido en todo el mundo.
Actualmente, se pueden encontrar modelos distintos en diferentes países de Europa (Francia, Alemania, Austria, Suiza, Hungría, Eslovaquia, Portugal o Albania, entre otros) y en zonas del continente africano (Túnez, Senegal y Marruecos), representados y conectados con organizaciones y redes creadas específicamente con el objetivo de apoyar y favorecer el intercambio entre comunidades tan variadas, así como reforzar la coordinación y la cooperación entre ellas, como la International Network of Eco-Regions (I.N.N.E.R.).