Por Dr. Esteban Escamilla Prado
Les enviamos sintesis de nota que da cuenta de que el crecimiento de la producción orgánica en México ha sido muy importante en las últimas tres décadas, lo que ha sido posible por los grupos originarios que son depositarios de un enorme patrimonio biocultural que les ha permitido organizarse para la comercialización de sus productos, los cuales en un 85% se exportan a países de Europa, Asia y los Estados Unidos.
Los principales productores orgánicos son en su mayoría organizaciones de comunidades indígenas, ubicadas principalmente en los estados de Chiapas, Oaxaca y Puebla, que exportan directamente a mercados de especialidad y reciben ingresos significativos. Entre las organizaciones más exitosas están UCIRI, CEPCO, ISMAM, Majomut, Yeni Navan, Tiemelonla Nich K Lum, Tosepan Titataniske, Tzeltal Tzotsil, Maya Vinic, entre otras.
En la producción orgánica de café, México fue pionero y mantiene el liderazgo. En 2013 se reportaron 185,193 hectáreas de cultivo de café orgánico, que representa el 26.5 % de la superficie nacional cultivada con café. (IFOAM-IFBL, 2013). Sin embargo, a partir de la afectación de la enfermedad ocasionada por la roya del café, que devastó la producción nacional, se aprecia una disminución de la superficie.
Se puede observar que la agricultura orgánica aparece primeramente vinculada al café y a los productores de pequeña escala, sobresaliendo los grupos indígenas. En base a la experiencia del café orgánico se han sumado organizaciones de productores indígenas y campesinos de pequeña escala que producen cacao, vainilla, jamaica, mango, frijol, manzana y miel, entre otros cultivos orgánicos.
Cobra relevancia el cultivo del café orgánico impulsado por productores de comunidades indígenas de Chiapas y Oaxaca. De esta forma México es el país con mayor diversidad de cultivos orgánicos y ocupa en tercer lugar por el número de productores.
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