Por ECOVALIA
Todos los cultivos necesitan fosforo para su crecimiento, es un nutriente fundamental que afecta la transferencia de la energía y la transformación de carbohidratos.
El fosforo a menudo está presente de manera natural en el suelo, pero es frecuente que exista una mala asimilación de este elemento por los cultivos. Las plantas son capaces de extraer el fosforo cuando está en forma soluble, para ello la microbiología del suelo y las micorrizas son nuestras aliadas.
En agricultura ecológica, la oferta en el mercado es aún más limitada, ya que buscamos que la fuente de fosforo cumpla con principios sociales, sostenibles para el medioambiente, que sea una fuente renovable y a la vez queremos trabajar a favor de un suelo vivo.
En el proyecto RELACS, hemos evaluado el potencial de extraer fosforo a través de plantas de tratamiento de agua residuales, permitiendo un reciclaje del fosforo (entre otros). Una solución que favorece la economía circular y reciclaje de residuos.
Se recupera en forma de Estruvita, no soluble en agua, y su calidad y pureza depende del proceso de producción (necesidad de combinar métodos para incrementar su rendimiento). La estruvita tiene la ventaja que se disuelve lentamente en el suelo a través de los exudados de la raíz de la planta.
En esta guía de recomendaciones prácticas, te damos a conocer esta novedosa alternativa y consejos de su aplicación.
Se espera que la estruvita sea incluida en el anexo del Reglamento ecológico de la UE que enumera los abonos autorizados en la agricultura ecológica, incrementando el abanico de herramientas de los agricultores ecológicos.
Más información sobre el proyecto aquí