Por CARMEN ORDIZ PÉREZ
Una empresa familiar, en Asturias, España, se enorgullece de poner a disposición de sus clientes semillas cien por cien naturales y sin aditivos perjudiciales, en su mayor parte amparadas por el Consejo de Producción Ecológica Agraria Europea, Copae.
«Todo comenzó cuando nos independizamos. Decidirnos irnos a Noreña, allí se conjugaba ciudad y campo, nos propusimos montar un huerto ecológico. Mientras buscábamos semillas nos dimos cuenta de que había un vacío muy grande en el mercado. No existía mucha variedad y en ocasiones la calidad era escasa. Nos pusimos a investigar y tomamos la decisión de poner en marcha el proyecto de buscar y ofrecer semillas». Dice uno de los creadores y cuenta que esta inquietud les viene de sus abuelos, en ambos casos vinculados al campo y al huerto. Su filosofía y motor para está andadura es dejar un buen legado a las generaciones futuras así como despertar en la gente la ilusión de plantar y de tender hacia una vida más sostenible y saludable que respete el medio ambiente.
El factor que les hace ser diferentes es la calidad profesional de las semillas. Por un lado, cuidando las condiciones de almacenamiento (luz, humedad y temperatura) para que sus cualidades se mantengan intactas. Por otro lado, ofreciendo siempre semillas frescas con un porcentaje de germinación por encima de los estándares comerciales.
El objetivo de esta empresa es tener un catálogo cien por cien ecológico, con el que cubrir muchas variedades y estar disponible para el agricultor amateur y el profesional primando siempre la calidad.